martes, 19 de noviembre de 2013

Pelé y Di Stéfano Manos a la obra


(Por Marcelo De la Cruz) .- Si el fútbol se hizo arte, fue por personas como estos dos ídolos de siempre. Entre los dos habrán hecho del balompié algo que traspaso la idea básica de un típico deporte. Pelé desde Brasil le puso el dulzor de las playas a cada pase y gol que efectuó, Di Stéfano desde la Argentina a plan de emociones y goles llenó los ojos de Sudamérica y sobre todo de Europa. El primero es el Rey, el otro su mas destacado príncipe.

Ellos tienen dos cosas en común, que supieron hacerlos y taparlos también:

Una vez la “Saeta Rubia”, así lo conocían a Di Estéfano, tuvo que ponerse los guantes y suplantar a Amadeo Carrizo en el arco de River Plate. El hecho ocurrió el 30 de julio de 1949, el partido, ni más ni menos un Boca Vs. River. Durante seis minutos Amadeo debió abandonar su portería para ser atendido y Alfredo se puso la responsabilidad al hombro. Se metió en medio de los tres palos y no dejo pasar ningún gol. Como detallaron las crónicas de ese entonces, mantuvo “la dignidad en 0” de los millonarios. River ganaría después el partido 1 a 0 y Di Stéfano fue gestor de aquella mítica jornada ante sus pares xeneizes.

Pele no quedó a menos, el 19 de enero de 1964 su querido Santos perdía 3 a 1 con el Gremio, hasta que apareció la genialidad de O ‘Reí e hizo tres goles como por arte de magia.  Como si fuera poca la hazaña, el arbitro argentino Tenorio Nitti expulso a Gilmar arquero de Santos; el suspenso se apodero del estadio cuando el propio Pele fue y se coloco la camiseta y los guantes de Gilmar, atajo los últimos 15 minutos con varias tapadas que guardaron el 4 a 4 final que fue el resultado de tan extraño partido.

Dos grandes, en dos grandes historias con guantes de arqueros.

El Idolo de Johann


(Por Marcelo De la Cruz).- Johann Cruyff fue el tulipán mas talentoso de el fútbol holandés, uno de sus años favoritos fue 1974. Ganó el premio “Futbolista del Año” y se llevó  el trofeo “France Football” cuando jugaba en el Barcelona. Por aquellos tiempos los medios periodísticos españoles lo compararon con el Gran Alfredo Di Stéfano, la gloria del Real Madrid, el archirrival del Barcelona. Muchos hinchas del Barca se ofendieron por ese hecho, pero Cruyff fue sutil y sorprendente cuando fueron a buscar su palabra:

“Yo soy un aprendiz de Di Stéfano, en muchos sentidos he copiado su manera de jugar. Lo he visto en acción cuando era niño y he gozado con las películas de la época de oro del crack argentino. El corría toda la cancha, era defensor, era armador, era un astro de todo terreno. Mi accionar esta basado mucho en él. Definitivamente fue el mejor”, destaco un emocionado Johann.

A principios de los 70’s su pase le costó al Barcelona 2 millones de dólares, una suma record para esos tiempos. Cuando Caminaba por el centro de Barcelona necesitaba tanta protección como el propio Generalísimo Franco.

Junto a Rinus Michels le dieron vida a la genialidad llamada Fútbol Total. El propio jugador opinaba esto de su obra: “El fútbol total permite la libre expresión a los jugadores de un equipo y los anima a cambiar la esencia del juego”.

martes, 5 de noviembre de 2013

River-Boca: Entre chanchos y gallinas


(Por Marcelo De la Cruz) .- River y Boca siempre dieron historias para contar, pero no solo  hicieron hitos importantes dentro de la cancha, sino también fuera de ella. Cuenta la historia que una tarde-noche en el Monumental ocurrió un hecho inédito y que marca un inicio particular entre la rivalidad de estos dos poderosos del fútbol argentino. Ocurrió un 27 de julio de 1975, River necesitaba una victoria para consolidarse en la punta y Boca iba tras sus pasos. El resultado final: River 0 – Boca 1.

Cuentan las crónicas de esos tiempos que la figura del partido fue Roberto Mouzo, al que la revista El Grafico lo calificó con un sobresaliente “nueve”. El gol xeneize lo hizo Potente a los 70’ , que tras  eludir a varios millonarios en el camino remató cuando entraba al área grande.

Con esa victoria Boca se acercó a su tradicional rival en la tabla del Torneo Metropolitano que jugaba su segunda ronda.  Al final esa Copa la ganaría River Plate, pese a su traspié con su clásico rival en esa jornada. Boca sumó 45 puntos esa tarde-noche y River se quedó con sus 48.

Pero en el partido de ida había ocurrido un hecho significativo, un hincha de Boca – en plena Bombonera- tiró a la cancha dos gallinas y River ganó ese día 2 a 0. Para el cotejo de vuelta la Gorda Matosas, una hincha muy identificada de River, arrojó a la cancha un “chancho” con la camiseta de Boca y el número 10 sobre el lomo simbolizando a Potente; vaya ironía de la jornada, que Boca ganó 1 a 0 y con gol del “cabezón”. Para los graciosos la historia quedó servida, de ahí en mas gallinas y chanchos poblarían tanto el Monumental como la Bombonera como símbolo de fastidio para unos y otros.

El chancho de la Gorda Matosas fue llevado al vestuario xeneize por los propios jugadores, el encargado fue Antonio Abrador, pedicuro del club, y vivió en la Candela por orden del capitán Antonio Rattín. El símbolo de Boca había dejado bien en claro: “El animal será cuidado como Dios manda  y pasará a ser la mascota de Boca, se lo ganó en buena ley…” , manifestó el gran capitán.

Ayrton Senna: El piloto de Dios


(Por Marcelo De la Cruz) .- El brasileño Ayrton Senna fue un piloto solitario, era muy dedicado a su trabajo. En sus inicios nunca se lo vio con mujeres en las pistas de carrera, cuando era la moda entre sus colegas, de todas maneras se habla de varios romances desde muy joven cuando comenzó en el kart, todos escondidos por él mismo. Hay amigos de su juventud que hablan incluso de un “celibato a ultranza” del deportista. Las crónicas de sus primeros pasos cuentan que llegaba solo a los circuitos y “solo” también se iba. Vestía de manera muy simple: una camisa sport y jeans, acompañado siempre de un maletín delgado.

En 1991 pudo haber muerto en Alemania, en el circuito de Hockenheim, tuvo un terrible vuelco. Su casco rozó con el pavimento y en la caída tragó arena mientras se deslizaba cabeza abajo. Sus acompañantes se asustaron bastante esa tarde, pero Ayrton salió caminando esa jornada, con algunas magulladuras, pero con la cabeza altiva.

Senna profesaba su amor por Dios constantemente: “Algunos escribieron que yo me creía inmortal porque Dios me protegía, nada tiene que ver con el hecho que sea creyente. Soy como soy y no lo puedo evitar”, respondió a unos periodistas una vez.

La persona que más lo motivo en sus inicios fue su padre Milton Da Silva, el era un próspero comerciante que patrocinó a su hijo desde un inicio. El mismo le construyó su primera máquina de karting con sus básicos conocimientos de mecánica.

Ya famoso Ayrton vivía en Mónaco, pero todos sus ahorros y proyectos estaban en Brasil. En San Pablo tenía todo un piso en uno de los barrios más residenciales de la ciudad brasileña. El apartamento tenía helipuerto propio, además poseía una granja en las afueras de la ciudad donde cultivaba productos macrobióticos. Era un apasionado de Juan Manuel Fangio, era su ídolo, recorría sus historias en libros y revistas antiguas que poseía y  a eso le sumó un montón de material fílmico del corredor argentino.
Cuando terminaba una carrera de Fórmula Uno siempre volvía a San Pablo para encontrar la ternura de sus sobrinos en la casa de su hermana. Ahí junto a sus padres se olvidaba de todo el show que significaba la fiesta por excelencia de los motores a nivel mundial.

Falleció debido a un accidente fuerte en las competiciones  en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari en Imola, Italia , durante el Gran Premio de San Marino de 1994. Dicen que con él se fue el último romántico de la Fórmula Uno.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Menotti: El flaco del pucho

(Por Marcelo De la Cruz).- Menotti es la vena más formativa de los técnicos de futbol en la República Argentina, su  línea es la del hermoso ballet, de la belleza del deporte, del trabajo y de la búsqueda de un Nirvana diferente dentro de este deporte. Tal vez por eso fue muy criticado y complicado en diferentes etapas de su historia.

Su obra maestra fue el Mundial de 1978. Argentina se consagró un domingo 25 de junio ganándole 3 a 1 a Holanda en el alargue. El lunes 26 César Luis fue el más buscado en Buenos Aires, los medios lo llamaban hasta Rosario pensando en una escapatoria a los pagos, el hincha común pedía su nombre como quien pide libertad a  su captor, más aun en esos días.

Menotti recurrió a su amigo Rodolfo Kraly, que le había reservado una pieza en el Hotel Libertador con un nombre fingido. Con Kraly tenía una relación muy especial, era su secretario personal y su hermano dentro del grupo, fue su cable a tierra personal en los momentos de mayor tensión. En la residencia donde se alojó la selección durante el Mundial se los veía hablando constantemente por  walkie talkie. Sus nombres de guerra eran “Gato Negro” (Menotti) y “Nube Blanca” (Kraly). El seudónimo Menotti salió debido a sus andanzas nocturnas que tenía por la concentración, era un fantasma, dirían los jugadores recordando esos días.

Menotti trataba a todos por igual, salvo a Houseman, a él lo quería como a un hijo, incluso antes de ir a la fiesta del Mundial el propio César lo vistió de los pies a la cabeza. El ”loco” se entretenía con eso.


El campeonato fue soñado por Menotti, su promesa -si la conseguía- fue sencilla y la cumplió, con todo su cuerpo técnico dio la vuelta Olímpica alrededor del Obelisco vestido con el atuendo de jugador. Junto a Saporiti, Poncini y Pizzarotti vestidos de cortos lo acompañaron a las 4:30 de la madrugada del lunes 26, habría un centenar de hinchas que aún festejaban el campeonato que fueron testigos de un hecho poco común. Menotti se puso su gorra favorita y con sus piernas largas corrió como si nada por 9 de Julio para cumplir por un sueño que había tenido hace muchos meses.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Boxeo de los 50’s: La galaxia del Luna Park

(Por Marcelo De la Cruz).- Enclavada en la manzana de Corrientes, Bouchard, Lavalle y Madero se encuentra el mítico Luna Park. El tranvía 26 llegaba hasta ahí o también podías llegar en un taxi, uno de esos pequeños Mercedes Benz, que te traían hasta la puerta misma. La emoción de asistir al Luna comenzaba leyendo las últimas páginas de La Razón donde aparecía el listado de las peleas.

Ya ahí lo mas complicado era ingresar a las populares, porque había que hacer largas colas. Todo se dificultaba más si peleaba Lausse o Merentino, los camiones con fanáticos venían desde distintas partes: de Mataderos llegaba toda una banda si peleaba Lausse, desde Rosario llegaban los aficionados de Bunetta.

En las puertas, los controles eran los de siempre, en la puerta “Uno” estaba Cándido Vásquez y de una cabellera blanca estaba Adolfo Albitos en la puerta “Dos”. Uno al entrar se encontraba con los bustos de Ismael Pace y el viejo Pepe Lectoure. La publicidad de Cinzano, Otard Dupuy y medias Paris estaban a primera vista en la popular A. Boquillas Filtox, Ceresita y los cigarrillos Nobleza estaban en la puerta de las plateas. El acomodador  más famoso que tuvo el Luna fue el querido “Toscano”, siempre fumando un Avanti, sonriendo a los que tenían boletos y atento por si acaso alguien se quería colar a la función.

A las nueve menos cuarto de la noche comenzaba el ritual, y el primero en entrar en las tribunas era el “viejo” Lectoure, que perdió la vista y apenas se guiaba por el bullicio de la gente. El preguntaba: ¿A Quién silban?...si siguen silbando no va a pelear más aquí. Decía el orgulloso gerente.

En los 50’s pelearon en ese ring Cirilo Gil, Alfredo Bunetta, Eduardo Lausse, Andrés Selpa, Ernesto Miranda, los españoles Fred Galiana y Manolo Garcia. Los grandes relatores de la época eran Bernardino Veiga, Fioravanti, Damian Cane, Raul Ferrito y Oscar Marino. Siempre venían bien vestidos, para ellos la transmisión era un show de primera clase y para eso debían estar a la altura.

En el viejo Luna Park pendía del centro una araña gigante de vidrio para alumbrar el ring side, a su alrededor globos de vidrio que alumbraban tenuemente. El juez más famoso de esos años fue Alfonso Araujo. Los mismos Perón y Evita bajaban a saludar con la mano a jueces y estrellas de este deporte que era una verdadera pasión de multitudes.


El genial Miguel Barra era el anunciador, él siempre estaba en el rincón neutral: ¡Dale a Caruuuuuuuu!!!! …era su frase favorita. Caru era una marca de cocinas y el Luna era la verdadera cocina del boxeo argentino.

martes, 15 de octubre de 2013

Carlitos, "el Deportista"


(Por Marcelo De la Cruz).-  Carlos Gardel, el mito del tango argentino tuvo una relación especial con el deporte, casi tendríamos que decir que el deporte lo busco a él, sobre todo por su propensión a engordar. Gardel tenia un serio problema, poseía un “buen diente”, pero estar bien físicamente era necesario para encarar sus extensas giras. Cuando se encontraba en Buenos Aires corría desde Plaza Once a Palermo en remera y shorts muy largos.

A Carlos  le gustaba la Pelota Vasca y concurría al YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes) para practicar este deporte. También le fascinaba el frontón que jugaba en una cancha en Anchorena  y Rivadavia. También hizo gimnasia en la “Young Men”, otro Instituto, donde también  nadaba  y jugaba a las bochas.

El fútbol lo atrapó obviamente, comenzó en un club chiquito llamado “Orfelinato”. De grande solo iba a las canchas. En 1928 estuvo con la delegación argentina que fue a Ámsterdam en los Juegos Olímpicos, le gustaba andar con los futbolistas. Sus amigos fueron Tarasconi, Varallo, Mario Evaristo y Orsi. Cuando se prendía a un picadito usaba una faja de lana para la transpiración, siempre con mucho humor y cuando terminaba tomaba masajes para no tener dolores musculares el siguiente día. Fue hincha de Racing Club, los domingos que estaba en Buenos Aires  iba a la cancha con su amigo Elías Aippi, pero antes su tradición era pasar por el hipódromo. Pedro Ochoa  era  su ídolo

En 1916 llegó a pesar 118 kilos. Es por eso que comenzó a practicar boxeo en el Boxing Club Buenos Aires, este deporte le ayudo mucho para bajar peso. Gardel era aficionado a todos los placeres de la vida, pero el deporte estaba dentro de esa lista de manjares que el “morocho del Abasto” mantenía dentro de sus preferencias.

martes, 1 de octubre de 2013

El dia en que desaparecieron los arqueros


(Por Marcelo De La Cruz).- El fútbol criollo y sus colores siempre estuvieron a nuestro alcance y a la par de nuestros sombreros. Todo se encaminaba para que la nueva forma de hacer fiesta en el gran pais en desarrollo pinte de “ballet” sus nuevos modales y cortejos.

Había comenzado el siglo y ese deporte que trajeron los ingleses en un barco, uno que se juega con los pies y una pelota de cuero de “chancho” viejo, se convirtiera en poco tiempo en el pasatiempo favorito de los “místeres” y los “criollos”. En esos albores un club por encima de todos fue el que reinó en estas tierras argentinas en base a goles y entereza. El poderoso Alumni fue durante esos años el gran campeón, el imbatible plantel creado por su fundador el meritorio Watson Hutton, el que solo pisando las canchas de tierra ya se sentía ganador antes del pitazo inicial.

Fuerón 10 campeonatos locales, y otros 7 internacionales  que dejaron estos caballeros de fútbol arcaico y opulencia inglesa a la argentina en el Gran Buenos Aires. Pero hubo un hecho que fue histórico, que salió de todo molde y que la historia ha despreciado entre sus libros.

El 1° de julio de 1906, Alumni enfrentó al Belgrano en una fecha más del torneo bonaerense, con una característica especial: jugó sin arquero. Así como lo lee, entraron a la cancha once jugadores, no había nadie que se ponga la remera de arquero ni la boina tan particular de ese puesto. Un hecho inédito dentro del balompié.

El resultado…Alumni ganó 9 a 0 con una gran despliegue de los hermano Brown, pilares de este equipo ultraofensivo. No solo eso, el que fungía de arquero, y que jugó de volante por derecha ese día, anotó el octavo de la goleada sobre los alicaídos “players” del Belgrano. Como nadie tenía bien en claro el reglamento del “nuevo” deporte, nadie protesto esta situación.

Son los lujos que se daban, los muchachos de Watson Hutton, el querido y recordado Alumni.

martes, 24 de septiembre de 2013

Héctor Veira: El dia de la oscuridad


(Por Marcelo De la Cruz) .- El 3 de octubre de 1991 el técnico del Club Vélez Sarsfield , Héctor Veira, dirigía la práctica con cierto nerviosismo, sus jugadores se habían dado cuenta desde un inicio que algo malo pasaba y era algo que no se podía disimular. Cuando se acercaba el medio día, de la calurosa jornada de primavera , llegó el abogado del “Bambino” a comunicarle las novedades judiciales y las malas noticias.

En ese momento Veira no supo qué hacer, las indicaciones y consejos del doctor en leyes eran confusos. Decidió terminar la práctica y abordar el auto de su Preparador Físico, el querido profe Webhe, y tomó rumbo a Barracas donde vivía su padre: Víctor.

En el juzgado habían denegado su recurso de amparo por la supuesta violación del pibe Sebastián Candelmo .  La historia comenzó el 17 de octubre de 1987, 35 horas mas tarde de haber ocurrido el hecho, Luis José Candelmo, el padre de Sebastián Candelmo, había denunciado en la comisaría 10 de la ciudad de Buenos Aires que Héctor Rodolfo Veira había abusado a su hijo en el departamento de Veira, Doblas 1103, Ciudad de Buenos Aires. El padre del niño afirmó que su hijo le contó lo ocurrido primero a su madre, ya en casa y luego a él. Veira fue detenido por intento de violación y salió con libertad condicional 36 horas después.

Por un tiempo el hecho pareció diluirse, pero para 1991 tomó una dirección distinta a lo deseado por Veira. De los 17 jueces que atendían el caso , 2 decían que Veira era culpable: María Cristina Carmiña y Carmen Argibay. Los 17 tenían que estar de acuerdo para que el Bambino quedara exonerado, así que la causa no prospero.

El 4 de octubre Veira ingresó en el departamento Central de Policía y a las 12:34 fue trasladado a Devoto, llego al pabellón 50 en lo que llamaban el sector Sheraton. Ese domingo jugaba Vélez con River en Liniers, los locales perdieron uno a cero y Veira lo escuchó por la radio – para colmo el gol fue en contra de parte de Oscar Ruggeri- , los que lo vieron dijeron que entro en un fuerte pico de depresión. Ese mismo domingo lo visitaron por la noche Oscar Ruggeri, el Tigre Gareca y el directivo Raúl Gámez. Cuando dejaron al convicto en Devoto dicen que dijo estas palabras: “Lo único que quiero es que se olviden de mí”.

martes, 17 de septiembre de 2013

Varallo: El "Cañoncito" de la Boca


(Por Marcelo De la Cruz) .- El fútbol de los años treinta es maravilloso, tribunas de sol y sombreros elegantes, damas que van perfumadas y niños que se portaron bien solo para llegar al glorioso domingo. En medio de la fiesta está un personaje que ilusiona en la semana y cumple sus promesas los domingos. Este maestro de la emoción es el gran delantero de Boca Juniors Francisco “Pancho” Varallo.

“Nos entrenamos tres veces por semana, aunque a mi me gusta seguir corriendo en la cancha cuando terminamos los picados”, dice este hombre que suda fútbol a través de sus poros húmedos y decolorados por el sol.

Su andadura futbolística comenzó en Gimnasia y Esgrima de La Plata: “En el Lobo ganaba 10 pesos y me daban 5 de viático. Toco cambió cuando llegué a Boca Juniors donde los dirigentes me pagan 600 pesos, que es una buena plata”, nos cuenta.

Varallo tuvo la oportunidad de ser parte del seleccionado argentino que disputó el primer Mundial de Fútbol realizado en nuestro hermano país del Uruguay donde el local ganó la final ante los “players” argentinos. Varallo tiene su propia opinión acerca de esa final: “La final del 30’ la perdimos porque hubo algunos jugadores que se achicaron, el argentino es mas flojo y había jugadores ñatita, viste”, dice en su forma de hablar.

La particularidad de ese seleccionado era que por las noches todos los jugadores dormían con la camiseta argentina puesta en la piel, fue un campeonato que disfrutaron bastante excepto la final, claro.

Para Varallo su padre y madre futbolístico fue su compañero su amigo y compañero de equipo Roberto Cherro: “Él me enseño todo, y en todo sentido, dentro y fuera de la cancha”.

Este fútbol maravilloso da para historias y para anécdotas del querido Pancho: “Desde Azul, Tandil me mandaban lechones, gallinas, huevos y todo tipo de regalos de hinchas que nos adoraban. En casa tenía toda una granja después de los partidos de los domingos”, sostiene con una sonrisa entre los labios.

Junto  A Bernabé Ferreyra de River, Erico de Independiente son los símbolos de la potencia goleadora del fútbol argentino. En Boca llegó hacer 181 goles en 209 partidos, con un promedio de 0.866.

Varallo es el delantero símbolo de Boca, el risueño, el hábil o solamente…el “cañoncito” como le dicen todos.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Un nuevo día de ayer

"El recuerdo es sinónimo de nostalgia, pero también es dirección exacta de enseñanza, tal vez por eso cada una de las hojas que la historia deja sellada, son enormes contenedores de sensaciones y de emociones a través de los tiempos."



(Por Marcelo De la Cruz) .- La historia es un elemento fundamental para el desarrollo del ser humano. Las formas en la que la historia estudia los hechos trascendentes de la vida de la humanidad pueden ser sincrónica (de la misma época), relacionando hechos de la misma época con evoluciones o consecuencias en la especie humana, o diacrónica (de épocas diferentes), analizando hechos anteriores que puedan ser causas o posteriores que sean consecuencia de un hecho o algo concerniente a la propia especie. 

El deporte no se puede abstraer de estas normas, pero sobre todo, para el deporte la historia es el plus fundamental para reconocer el presente y compararlo.

Este blog se dedica a estos aspectos, a encontrar en el pasado las hazañas, esperanzas e ilusiones de héroes que ya han pasado y que se reflejan en los nuevos que comienzan a levantar la cabeza. Pero también sirven para ver los errores que no deben repetirse y recordar con orgullo, en algunos estados, lo que no se hizo o lo que no se consiguió.

El deporte es vida, y pese a que hoy los medios y las empresas piensan haberse apropiado de él; el deporte consigue encontrarse en sus imágenes y sus historias del pasado .Son los fundadores los que marcaron el camino y los que a lo lejos piensan en el futuro, tal vez por eso el concepto de "gloria" se mantiene en este tipo de justas.

Aquí encontraremos penas y alegrías  hazañas y derrotas, héroes y villanos...todos tienen un lugar. Pero el fin no es la nostalgia, es el recuerdo, es la influencia y por consiguiente es la victoria.